El portal Éxito Educativo ha publicado una extensa entrevista a Antonio Abril, presidente de la Conferencia de Consejos Sociales de Universidades Españolas (CCS). Durante el encuentro Abril repasa el panorama de la universidad en España, así como el papel de los consejos sociales en la misma.
El presidente comienza explicando que la CCS “es, o quiere ser, la gran asociación de la sociedad española para la promoción y defensa de las universidades” tanto públicas como privadas. Con respecto al sistema universitario, Abril afirma que su intención es “apoyarlo, queremos que logre la excelencia. Entendemos que tiene que ser mucho más motor de desarrollo económico-social y mucha más garantía del bienestar social y tenemos mucho trabajo que hacer”.
Sin embargo, los Consejos Sociales “nunca hemos sido órganos de gobierno de la universidad, sólo lo son el consejo de gobierno y el rector”. Pese a ello, sí que son “órganos de control y de supervisión económica y presupuestaria y del rendimiento de los servicios de la universidad”, aunque «ni siquiera tenemos capacidades reales para el ejercicio de esas competencias teóricas”.
En cuanto al ‘estado de la cuestión’ de la universidad española actual, Abril señala que “las sociedades públicas españolas, hacen mucha y buena investigación, hacen mucha más investigación que la que hacen sus correspondientes europeas, lo cual dice mucho en su favor, pero como hemos dejado las universidades públicas, a partir de la ley de 1983, a su autogobierno, a su autogestión, pues nunca han sentido la vocación y la obligación de transferir esos resultados de la investigación al sector productivo”.
Por este motivo, el presidente afirma que “tenemos un problema de falta de cooperación público-privada, falta de cooperación entre ciencia pública y empresa, tenemos una falta de compromiso mutuo universidad-sociedad, yo creo que este es el gran problema de la universidad y de la sociedad española, porque de ahí se derivan otros”. Los Consejos Sociales insisten en que “es necesaria más cooperación público-privada, que tiene que haber más compromiso mutuo, compromiso de la sociedad con la universidad, compromiso de la universidad con la sociedad”.
Por otra parte, el presidente de la CCS destaca que “politizamos excesivamente el tema de las universidades, lo ideologizamos y no nos damos cuenta de que cuando metemos la política y metemos la ideología en las universidades, le hacemos un daño tremendo a la educación, le hacemos un daño tremendo a la universidad y le hacemos un daño tremendo al país”.
Internacionalización
Con respecto a la internacionalización del ámbito universitario Abril afirma que es “una asignatura pendiente”. Esto se debe a que “el porcentaje de grados y de estudios en idiomas extranjeros, sobre todo en inglés, no es el que nos gustaría porque no tenemos esa capacidad además para hablar el idioma inglés que está absolutamente generalizado en el ámbito de la ciencia, de la investigación y desde luego de la enseñanza”.
Frente a esto, la Conferencia de Consejos Sociales acaba de realizar un trabajo conjunto con “la Cámara de Comercio de España y la Fundación Conocimiento y Desarrollo sobre cómo mejorar la internacionalización de las universidades españolas”.
Empleabilidad
Otro de los grandes asuntos es la empleabilidad de los universitarios en España. “Hoy los datos indican que tenemos una clara precarización del título universitario. Tenemos unas cifras de paro de los estados universitarios del 9%, más del doble de la media de la que tiene la Unión Europea”. A esto se suma que “tenemos un 36% de lo que se llama sobrecualificación (…) es decir, el 36% de los egresados universitarios, muchos de ellos con máster, trabajan en un puesto de trabajo que no requiere título universitario”.
Esta situación lleva a que “más de la mitad de los emigrantes españoles, de los españoles que salimos de nuestras fronteras, salen con un título universitario debajo del brazo. Un 43% de los que salen van directamente a ocupar un puesto de trabajo de alta cualificación fuera de España”.
Sin embargo, el presidente afirma que el número de universitarios españoles no resulta estadísticamente desproporcionado en función de la población, pero sí lo es en la práctica. Esto se explica «porque tenemos un sector productivo que no es capaz de absorber y dar un empleo digno a toda esa oferta de titulados universitarios”. Abril, continúa señalando que “el sector productivo está centrado en actividades de bajo valor añadido y con poca vocación hacia la tecnología y hacia la transformación tecnológica”.
Por último, Abril declara que “la culpa la tiene toda la sociedad española, es decir, a mí no me consuela decir que la culpa es de la universidad o que la culpa es del sector productivo, la culpa es de la sociedad, la tenemos todos, el problema lo tienen nuestros estudiantes, lo tiene nuestra sociedad, lo tienen nuestros jóvenes”. Es por ello, que la solución está en “la cooperación público-privada».