Presentación del estudio “Los retos de la Universidad ante la transformación digital”

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Solo el 38% de las universidades españolas cuentan o están desarrollando una estrategia de transformación digital. Además, la mayoría de las universidades participantes consideran que, más que reinventarse, deben adaptarse a los nuevos tiempos como lo vienen haciendo hasta ahora. Son algunas de las conclusiones del informe “Situación y retos de las universidades españolas ante la transformación digital”, elaborado por la Conferencia de Consejos Sociales de las Universidades Españolas (CCS) y la Red de Fundaciones Universidad-Empresa (REDFUE) y que se ha presentado en un seminario online. El estudio aborda lo que están haciendo las universidades en materia de transformación digital y qué medidas están adoptando para preparar a los jóvenes a desenvolverse en un futuro incierto. La crisis generada por la COVID-19 ha puesto al descubierto la imperiosa necesidad de acometer este reto de manera inmediata.

Se trata de un trabajo en el que han participado 34 universidades, que representan al 49% de los estudiantes matriculados en nuestro país. Además, se han desarrollado 19 mesas de trabajo en distintos lugares de España en las que han intervenido 225 personas vinculadas al ámbito empresarial, educativo y social.
El estudio analiza los retos de la transformación digital desde la perspectiva de la estrategia, de los nuevos modelos de educación y universidad, del talento -su captación y empleabilidad-, la formación continua y los factores del entorno (globalización demográfica).

La mayoría de universidades españolas no han dado el paso para cambiar el enfoque de la enseñanza al aprendizaje. Son conscientes de que hay que llevar a cabo cambios y, aunque ya los están empezando a implementar, ven lejana la disrupción de sus modelos. Por tanto, la mayoría han optado más bien por un modelo de optimización que por uno de disrupción.

Tona Rubio, directora técnica de REDFUE y coordinadora del estudio, ha afirmado que la pandemia ha puesto en evidencia que las universidades “estaban parcialmente digitalizadas o habían experimentado algunos proyectos de transformación de cara al futuro, pero aún estaban muy lejos de haber completado (e incluso iniciado) su Transformación Digital”.

Para Antonio Abril Abadín, presidente de la CCS, “el estudio pone de relieve que el reto de la transformación digital no es tecnológico sino esencialmente cultural, porque ‘va de personas y no de tecnología’. Tenemos que adecuar las estructuras y culturas universitarias al mundo de nuestro tiempo si queremos que la universidad tenga un papel de liderazgo en educación, innovación y emprendimiento, tres ámbitos cruciales para la transformación digital”.

Por su parte, Antonio Aracil García, presidente de REDFUE, ha destacado que esto implica “introducir cambios drásticos en las metodologías de la enseñanza, ofrecer formación a diferentes perfiles de estudiantes e incorporar nuevas herramientas docentes. También, la integración de nuevas tecnologías con las existentes. Y ha generado la aparición de nuevos competidores. Todo ello introduciendo la variable de la velocidad, enemigo tradicional de la universidad”.

Durante el encuentro online el secretario general de Universidades, José Manuel Pingarrón, ha reconocido las deficiencias que la pandemia ha puesto en evidencia en el sistema universitario español en cuanto a “las habilidades digitales de profesores, personal de administración y servicios y estudiantes, infraestructuras y falta de una plantilla capacitada para avanzar en la enseñanza digital”. Además, ha anunciado que el Ministerio trabaja ya para introducir un sexenio vinculado a la docencia, que se uniría a los de investigación y transferencia ya existentes.

Por su parte, la secretaria general de Innovación, Teresa Riesgo, ha asegurado que es importante que las universidades cuenten con “buenas herramientas, pero, también, que sean innovadoras”. Además, ha incidido en la importancia de diagnosticar “dónde la digitalización podrá aportar más y dónde menos”.

El estudio recoge una serie de recomendaciones para dar este salto que incluyen mayor apoyo institucional, definir una estrategia integral, mayor agilidad y flexibilidad, que el alumno sea el centro, formación a lo largo de la vida, la importancia de la colaboración, avanzar hacia un modelo de aprendizaje por competencias, utilización de las tecnologías emergentes e integración de las existentes, liderazgo y gestión del cambio cultural y mejora del sistema de incentivos al profesorado.

En este enlace puede verse la presentación completa.

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