La Formación Dual Universitaria (FDU) está experimentando un notable auge en España. Tras más de una década de desarrollo en la Formación Profesional, la dual empieza a abrirse paso en la universidad. Así lo evidencia el primer estudio que analiza la situación de este modelo en el territorio nacional, que destaca el hecho de que una de cada tres universidades españolas (el 37%) cuenta ya con alguna titulación dual, mientras que cerca de la mitad (el 48%) tiene planes de implementarla. El análisis, titulado ‘Radiografía de la Formación Dual Universitaria en España’, ha sido promovido por la Fundación Bertelsmann junto con la Conferencia de Consejos Sociales de las Universidades Españolas y la Universidad de Mondragón y se presentó el pasado 14 de octubre en Madrid.
A diferencia de las prácticas curriculares, en la FDU la empresa o entidad colaboradora participa, junto a la universidad, en la elaboración de parte del plan de estudios. La remuneración es obligatoria y el tiempo que el estudiantado pasa en la empresa/entidad formándose es mayor que en las prácticas. Así, la conexión directa de los alumnos con el mundo empresarial hace que estos se encuentren más capacitados para enfrentarse a los desafíos de las transformaciones sociales, tecnológicas y económicas en el mercado laboral.
“Hasta hace poco, la dual universitaria era una característica propia del sistema universitario vasco”, afirma Jon Altuna, vicerrector académico de Mondragon Unibertsitatea, “y estaba presente también de manera puntual en algunas universidades, como la Universidad de Lleida o la Universidad de Almería. Sin embargo, observamos que el interés por esta modalidad formativa se ha ido extendiendo recientemente al conjunto de universidades españolas. Ante las perspectivas de mayor empleabilidad y mayor grado de satisfacción del estudiantado, las universidades españolas empiezan a mostrar un gran interés por incluir la dual en su oferta formativa”.
El auge de la dual universitaria en España
De las 17 Comunidades Autónomas, 11 de ellas ofrecen actualmente estudios universitarios duales. País Vasco es, con diferencia, el territorio con un mayor número de titulaciones de este tipo (30 grados y 17 másteres), debido sobre todo a la apuesta de Mondragon Unibertstiatea, que se consolida como la universidad con mayor número de titulaciones duales y una tasa de empleo de sus alumnos del 91%[2]. Las universidades andaluzas presentan igualmente interés por la dualización de sus estudios, con más de la mitad de las universidades con titulaciones ya dualizadas. Entre ellas destaca la Universidad de Almería (UAL), que desde hace una década ha ido incorporando la dual a casi todos sus grados y una parte de sus másteres (19 grados y 12 másteres). El crecimiento también es notable en Cataluña, donde la Universidad de Lleida (UdL) ha sido pionera en el despliegue de la FDU (3 grados y 2 másteres). A nivel general, en España se han dualizado 72 grados y 51 másteres.
En opinión de Vicent Climent-Ferrando, responsable de Proyectos en la Fundación Bertelsmann y coordinador del estudio, el auge de la FDU en España se debe a varios factores. “El primero radica en la necesidad de un mayor diálogo entre la universidad y las empresas. Sin embargo, existe un segundo factor mucho más estratégico que responde a la realidad actual, altamente compleja y cambiante, que requiere pensar en nuevas profesiones, conocimientos y tecnologías. Las universidades son cada vez más conscientes de que deben ser ágiles e incorporar formaciones más dinámicas que se adapten al contexto actual y por ello han empezado a integrar la dual como modalidad formativa que puede dar respuesta a estos cambios”.
Para Antonio Abril, presidente de la Conferencia de Consejos Sociales de las Universidades Españolas, “la creciente demanda de titulaciones adaptadas al mercado laboral y la elevada tasa de desempleo juvenil en España exigen la implementación de títulos duales en todos los niveles educativos. La dualización de las titulaciones, desde la Formación Profesional hasta el grado y el posgrado, puede transformar positivamente la empleabilidad y competitividad del país. Para su implementación sería necesario asegurar que las universidades dispongan de estructuras de apoyo, tanto administrativas como académicas, para gestionar con éxito los programas duales”.
Las ingenierías, a la cabeza de la dualización
La radiografía también evidencia que existen distintos grados de implementación según los ámbitos de conocimiento. El campo de la ingeniería es el más destacado, ya que en este momento aglutina el 64% de los estudios duales. Se observa así una tendencia hacia el ámbito de conocimiento de la ingeniería industrial, ingeniería mecánica, ingeniería automática, ingeniería de la organización industrial e ingeniería de la navegación (27%), seguida por el ámbito de la ingeniería informática y de sistemas (18%) o el de la ingeniería eléctrica, electrónica y de la telecomunicación (14%). En cambio, los campos de la arquitectura, construcción, edificación, urbanismo e ingeniería civil apenas representan el 2% de los estudios duales.
Por otro lado, a nivel internacional, se ha constatado un aumento en el índice del empleo juvenil en aquellos países donde la FDU tiene mayor implantación. En Alemania, donde la formación dual es una parte fundamental del sistema educativo, tanto de la Formación Profesional como de la universidad, alrededor del 70% de los estudiantes que completan un programa de formación dual son contratados directamente por la empresa en la que realizaron su formación. Estos buenos resultados vienen acompañados de una reducida tasa de desempleo juvenil (de 15 a 29 años), que en 2023 fue del 5,5 %. En España, ese último dato en 2023 fue del 26,8%, aunque la información sobre el efecto que la FDU puede tener sobre el empleo de los jóvenes es todavía muy incipiente.
Con todo, el punto clave que destacan los autores de la radiografía es que se requiere de una mayor coordinación entre universidades, empresas y gobiernos, junto con una regulación más flexible e incentivos económicos, entre otros, para impulsar esta modalidad educativa en España. Más específicamente, señalan la necesidad de crear un marco de calidad unificado en Europa para asegurar la excelencia, comparabilidad y movilidad internacional en la FDU.
Tras más de una década de desarrollo de la Formación Profesional dual en España, los datos no dejan lugar a dudas sobre la relación directa entre la formación dual, una mayor empleabilidad y satisfacción entre los estudiantes. La profundidad y el alcance de los datos dan a entender que, lejos de ser una mera modalidad formativa, la formación dual ha iniciado el camino de no retorno en la universidad española.
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